sábado, 30 de mayo de 2015

Un aplauso para las personas que no les importa el físico de su pareja



"Un aplauso para las personas que no les importa el físico de su pareja". Me crucé con esta imagen en facebook. Escucho esta frase a diario y alguna vez, supongo, debo haberla dicho. A veces me critico demasiado porque creo pertenecer al grupito de la gente que no se ama o no sabe cómo hacerlo, pero hay otros días, como hoy, donde me siento feliz y segura de quererme y reflexionar acerca de ciertas inflexiones que, en mi vida, se produjeron de pequeña.

Creo que el ABC del amor es, justamente, el amor. Y si hay algo diametralmente opuesto al amor es el desinterés. Pretender que un chico nos ame pero que no le importe o interese nuestro cuerpo es pretender que se enamore de algo que no somos, porque sí somos nuestro cuerpo, nuestros rollos, nuestras manchas de nacimiento, nuestra celulitis, nuestros pechos, nuestro pelo cayendo sobre nuestros hombros, nuestras piernas... Pedir que a un hombre no le interese el cuerpo es aceptar que nuestro cuerpo no tiene que ser visto, observado, amado... ni siquiera por nosotras. 

Deseemos a un hombre que sí esté interesado por nuestro cuerpo.... que no lo pase por alto, que se detenga en él, que lo mire, lo admire, lo bese.... pero claro, primero debemos amarnos a nosotras mismas para permitir y reconocer el amor del otro.









martes, 19 de mayo de 2015

El dolor de la pérdida


Un bondi, una lapicera, un billete de $2, el celular, la billetera... mi abuelo.

Las pérdidas son, aún hoy, dolorosas para mi. Perder el cariño, perder los momentos de placer, perder el amor, perder, perder, perder....

No sé si tengo bronca... sé que lo extraño, pero nunca vino a darme el último beso... y yo lo esperé tanto tiempo, tantos años... al día de hoy si pienso mucho en él sé que sigo esperándolo.... Cuando murió yo pensé que era un juego, que con mi amor iba a despertarlo, que sólo el amor que tenía para darle bastaría, que mis besos iban a ser suficientes para que él volviera.... será por eso que me gusta tanto besar? porque siento que, aunque no lo sea así, hay amor?

Sabés, abuelo, todas las noches que me fui a dormir llorando pidiendo que vinieras a verme... y nunca viniste... y toda mi presencia, mi madurez, mi entendimiento de la muerte, la vida y el amor... se desvanecen y no deja rastro de entendimiento alguno. Y no es que finja que entiendo, simplemente es como si abriera mi corazón y pudiera dejar salir un poquito de la Magda de 5 añitos, de 8, de 12... edades que marcaron mi vida.... Y la abrazo, la dejo salir, que llore, que grite, que se vuelva chiquita... y que sane esa grieta... ese dolor, esa rotura. Hoy no estoy clara para escribir, apenas logro entenderme... pero estoy en el momento ideal para hacerlo. Porque brotan cosas, sentimientos, dolores, lágrimas. Y sí, tengo casi 30 años, pero el dolor de niña sigue intacto, las ganas de verlo una vez más, de escucharlo, de poder haber crecido con él... y esto me hace acordar a todas las cosas que atravesé y fueron inevitables. Creo que cuando algo o alguien se aleja de mi es porque no me quiere, no elige estar conmigo... y tal vez, no ser deseada es lo que más duele.

Me pongo a pensar... será el ser elegida? Puede ser... si miro hacia atrás.... y no mucho más atrás solamente... el tema de la elección tiene mucho que ver con mi vida. De chica quería que me eligieran: todo el tiempo, por eso, intuyo, no quería cometer errores. Hacía todo bien, o lo intentaba al menos, no quería equivocarme porque tal vez un error de mi parte haría que miraran para otro lado. Qué paradoja, todas las cosas que me marcaron fueron porque alguna vez miraron para otro lado. 

Continúo... De chica en la colonia, el profesor, tocaba a las chicas de forma sugestiva, cariñosa, pero había algo errado y aún así yo no quería perder el cariño de él, la oportunidad de que me sentara sobre sus rodillas... y ahí percibo un atisbo de esta "doble personalidad" que me lastima tanto... el querer pero no elegirlo. O el que me elijan a cualquier costo.

También recuerdo que cuando era chica estaba enamorada del cura de mi iglesia, me encantaba, lo escuchaba y lo adoraba... cuando me di cuenta de eso: lo trasladaron. Nunca más lo vi, años más tarde estuve con un chico (siendo yo chica aún) que era muy parecido a él, bueno, al menos tenía lentes y era mayor que yo. No sé, lo digo y pienso si tal vez busqué en él a ese cura que tanto me entendía. Y así con mis otras historias, enamorarme de quien no puedo, querer lo que no debo, volver a donde no tengo que volver, caminar por donde hay peligro, elegir mal... yo, yo elegir mal con tal de ser elegida.

Pero a veces me hago esa pregunta, por qué, para qué y qué hubiera pasado si.... me repongo, tengo que ir a trabajar.

viernes, 15 de mayo de 2015

Te juro que se puede


Hoy limpié mi casa .Me compré unos guantes rosas (me quité los prejuicios sobre el color destinado a la feminidad), puse lavandina en una palangana, escurrí el trapo de piso y, previo barrido y espiradora de por medio, pasé el trapo en mi casa. Encontré una cucaracha, por suerte estaba medio atontada.... la envolví en papel higiénico y la tiré. Feliz. Me animé. Lo hice sola. Y me re, re descubro como una mujer independiente en varios sentidos. Pensé que sola iba a ser un desastre y, gran sorpresa, se me hace fácil, lindo, agradable.... Me mimo, me amo y cada día es más lindo estar conmigo misma.

Claro, no convivo con mi pareja hace tres semanas y eso ha desatado un caos en mi vida. Caos que acepto con gusto porque promete un cambio, a diferencia de seguir bancando el caos que era la convivencia. Que era hermosa, fácil, divina, pero con cosas para ajustar que pueden hacerse sólo de esta forma.

Mi problema no es peor ni "menos peor" que el del otro o del tuyo. Pero fue lo más grave que atravesé. Una y varias veces. Y se sale. Te lo juro. En el momento del torbellino, que te arrastra para cualquier lado, que pone imágenes en tu cabeza, voces y sensaciones extrañas, parece imposible, pero, te lo juro, que es una bendición. Es una alerta, un aviso de que algo no está bien y tenemos dos caminos enfrente nuestro: si elegimos cierto lado, tendremos tropiezos, pero siempre hay cosas industriales para hacernos sentir un poco mejor, entonces veremos todo igual que antes... y eso es lo peligroso: ver las cosas como antes, negarnos a ver las cosas distintas, al cambio. El otro camino no es sencillo, hay pozos que pasan inadvertidos, lluvias torrenciales que no parecen tener freno, el clima se altera y la percepción también. No hay piloto que valga ni paraguas que resista semejante tormenta y el camino es más largo, porque el lugar de destino es diametralmente opuesto a nuestra situación actual.


Pero te prometo que si elegís el segundo camino la recompensa es mágica. Después de tanta lluvia, barro, caídas y dolores vas a sentir cantar un pájaro... es la primera pista para saber que estás llegando, después vas a ver brotar del barro oscuro una plantita, chiquita, pero verde, llena de vida.... y adelante habrá otras, y algunas flores con pintitas... y cuando quieras darte cuenta vas a sentir los primeros rayos del sol en tu cara y en tu cuerpo... y vas a mirar alrededor y te vas a preguntar cómo llegaste? Qué fue lo que sucedió? Yo tampoco lo sé, pero atravesé ese bosque, mi bosque, enmarañado, oscuro, doloroso e interminable... Pero se termina. Te juro que se termina.


Cuando el dolor por permanecer igual es mayor que el temor por cambiar... sucede la magia. 


Quiero compartir con ustedes el video que me ha ayudado a salir de mi zona de confort.... pegué el salto hace 6 meses, más o menos, y hoy estoy disfrutando en la zona mágica... Si, se puede! Les juro! Yo lo logré y lo seguiré logrando! Volemos juntos! Los espero de este lado.







viernes, 8 de mayo de 2015

La Bella Aurora

Como suele suceder, una situación que viví me llevó a hacer y sentir ciertas reflexiones...


En la ceremonia de bautismo de la princesa Aurora fueron invitadas tres hadas buenas, pero no Maléfica, la bruja malvada.
Por qué es malvada? Acaso, tal como narra la versión del 2014 pudo haber sido buena e inocente pero lastimada, convirtiéndose así en un hada encerrada en su propio dolor? Como escuché alguna vez: el odio es amor fermentado, puesto patas para arriba. Para los que encontramos similitudes entre historias y la vida real, también podría citar el ejemplo de los Orcos en "El señor de los anillos", los orcos son el resultado de las torturas incesantes sobre los elfos. Así es, quién lo imaginaría, esas extrañas, horrorosas y temibles criaturas alguna vez fueron dulces elfos, pero las torturas y los dolores los llevaron a convertirse en orcos, ocultando todo rastro de vida mágica de otros tiempos. La pregunta que planteo, y la trato aún en terapia es, esos orcos, pueden volver a ser elfos? Hay un camino por desandar o sólo es seguir adelante andando nuevos caminos con un rumbo mejor?
Las tres hadas buenas, Flora, Fauna y Primavera, le concedieron dones. Flora, la belleza; Fauna, una hermosa voz. Cuando Primavera iba a dar su don, irrumpió en el castillo Maléfica, molesta por no haber sido invitada, y lanzó a la princesa Aurora una maldición, según la cual moriría al pincharse con el huso de una rueca el mismo día en que cumpliese dieciséis años antes de la puesta del sol. 
Quisiera detenerme en este párrafo ya que evidencia varias cosas para reflexionar. Por un lado, la historia habla de dones que son otorgados e, inevitablemente, veo la conexión con la vida misma que nos da virtudes, pero a su vez maléfica la da una maldición, que a lo largo del tiempo veremos que parece el final del cuento pero sólo es el principio, con esto quiero decir que la historia toma vida a partir de esa maldición, en la búsqueda incesante por revertirla  o evitarla. Si no hubiera existido la maldición esta historia nunca se hubiera contado.
A su vez me resulta interesante la edad que se elige el autor para esa maldición. 16 años. La edad donde todo florece, donde comenzamos a tomar de forma más consciente decisiones propias, donde no sabemos por qué pero es nuestra naturaleza revelarnos ante los límites impuestos por la sociedad y nuestros padres.
Afortunadamente, Primavera no había hecho todavía su regalo a Aurora, y usó sus poderes para cambiar la maldición de Maléfica: Aurora no moriría al pincharse con la rueca, sino que únicamente caería en un profundo sueño, del que sólo podría despertarla el primer beso de amor. 
Por qué Primavera no evitó esa maldición? Por qué sólo hacerla dormir en vez de darle la conciencia para que Bella la evitara? Acaso es nuestro destino atravesar esos momentos y puede haber una elección que nos haga atravesarlos de mejor o peor forma y mejor o peor destino?
Ah.... el despertar con el beso es tan típico en estas historias. Pero no se indignen. Esto es cierto en las películas y en la vida real. No nos quita poder ni nos hace ver débiles, a las mujeres y a los hombres, que precisemos de otro para despertar. Literal y simbólicamente. El beso es el símbolo por excelencia del amor y el príncipe simboliza nuestro rescate. No nos quedemos en la superficie, eso pueden hacerlo ciento de personas, vayamos a lo profundo. Se enamoraron alguna vez? Acaso el amor no nos despierta los más lindos sentimientos? El beso cumple el sencillo plan de despertar a Aurora, la Bella, no de hacerla vivir una vida hermosa y sortear los obstáculos, eso será tarea de ella, claro está. Y también es necesario aclarar que el beso del príncipe no hace referencia sólamente a un "otro" que nos despierta, es una energía, masculina o femenina, que también vive en nosotros mismos. Esa energía que nos rescata. 
Resulta necesario resaltar estos datos: " A los 16 años caería en un profundo sueño", y pensaba en la adolescencia, donde se vive una ambigüedad interesante: por un lado la salida exogámica del adolescente, que sufre, que adolece y que se fuga simbòlicamente de su hogar, atraído por cosas externas y por el otro lado, el momento de la vida donde todo se pone en duda, se rompen reglas y leyes: la edad del pavo, la inconsciencia... palabra que asocio directamente a este "estar dormido" que narra el cuento. No es la vida misma? A los 16, acaso, no caemos en un profundo sueño donde, para la sociedad, parecemos estar dormidos? Zombies con nuestros juegos, nuestros chistes y reglas internas?
En un intento de proteger a su hija, el Rey Estefano le ordenó a su pueblo, quemar todas las ruecas del reino. Para proteger a Aurora de Maléfica, las hadas buenas la llevaron a vivir con ellas en el bosque, le cambiaron el nombre por Rosa, guardaron las varitas y vivieron como auténticas mortales como medida de seguridad.
Es natural ver en todas las películas de princesas cómo los padres intentan hacer un esfuerzo para evitarles el dolor a sus hijos. Lamentablemente siempre es de la misma forma: ocultando, encerrando, evitando, callando. Todo lo contrario a lo que precisamos. Pueden ver en Frozen, por citar una película actual, como Elsa, por no saber manejar el poder que tiene (sólo tiene 10 años), es encerrada en su habitación, cierran las puertas del palacio, cortan la relación con su hermana y la consigna es "cerrar el corazón", en vez de aprender a tener el corazón abierto, dejar fluir los sentimientos y aprender a que éstos no nos lastimen ni a nosotros ni a los otros. La regla de oro es "ocultar lo que sentís", tapar, acallar, no decir, no contar. Cuántas veces vivimos esto en nuestras vidas? Y quiero agregar que las hadas tuvieron que, tal como dice esta sinopsis: "guardaron las varitas y vivieron como auténticas mortales", por qué renunciar a la magia de la vida? Por que tenerle miedo a la magia que nos puede liberar? No es que vivir como mortales sea malo, pero renunciar a lo mágico en nuestras vidas por miedo a esa magia, a la belleza... es desperdiciar algo hermoso de la vida. Cuántas veces, por miedo, guardamos nuestra varita... renunciamos a nuestra magia, incluso, como narra la historia, por el otro. No quiero pasar por alto que las hadas renuncian a su poder por Bella. Y seguramente si lo miro desde otro foco, también tiene un hermoso mensaje, pero ahora quiero mantenerme en mi eje.
También es interesante el rol de los padres en este cuento (y en los cuentos de las millones de personas que somos en este mundo) y es lo que me llevó a escribir esta reflexión: Bella pagó el precio de un error que ella no cometió. No quiero repetirme, pero creo necesario resaltar esta frase. Algunas decisiones que han tomado los padres (uno u otro) de Bella, molestó a Maléfica y ésta toma represalias de la peor forma, pero más efectiva, que hay. Lastimando a la hija. A su vez esto mismo es un símbolo de algo en lo que creo firmemente y tiene que ver con la creencia de que aquello que uno no resuelve lo resolverán los hijos, y no me refiero solamente a que si el padre contrajo una deuda la pagarán los hijos, bueno, en realidad es así, literal y simbólicamente. Recuerdo unas palabras que leí en un texto cuyo título era: "Lo que callamos hoy lo gritarán nuestros hijos mañana" y entre tantas verdades con las que me identifiqué decía: "La familia es lo permanente, estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Es una generación de vivos, que caminan como mínimo con dos generaciones de muertos a la espalda hasta la línea de meta, donde le toca subirse a la siguiente generación de vivos".  De esta forma quiero poder transmitir el eje inicial del que se desprende todo este argumento alrededor de "La Bella durmiente", que apunta a que los hijos sostenemos a nuestros padres. Haremos por ellos, pero con nosotros mismos, lo que no pudieron hacer. Pagamos sus deudas, kármicas y muchas veces bancarias, venimos a tapar sus faltas y, de alguna forma, sanamos su vida. Porque tal vez, si el amor es más fuerte (como dijo Tanguito), como suele suceder en los vínculos parentales, ellos puedan salir de su cueva en la cual quedaron atrapados por sus propios miedos, para rescatarnos y al rescatarnos se habrán liberado a ellos mismos.
Aurora creció sin saber que era una princesa y se convirtió en una hermosa mujer. Un día, sus tres "tías", Flora, Fauna y Primavera, la enviaron a recoger fresas, mientras le preparaban una fiesta de cumpleaños. Ante la insistencia de Primavera, y viendo que los regalos, un pastel y un vestido, estaban saliendo desastrosos ya que el vestido era horrible y el pastel se derretía, por lo que decidieron usar las varitas por primera vez en 16 años, algo que resultó un desastre, ya que Flora y Primavera comenzaron a discutir por el color del vestido, si debía ser rosa o azul, y mientras se peleaban cambiando el color del vestido y sus ropas, no se dieron cuenta de que los hechizos que lanzaban por las varitas se escapaban por la chimenea, por lo que fueron vistos por Diablo el cuervo de Maléfica (que fue enviado para saber donde estaba la princesa), que así descubrió la localización de la princesa informando a su malvada dueña. Mientras tanto, Aurora recogía fresas y cantaba, y fue escuchada por el príncipe Felipe, que cazaba en el bosque. Se encontraron, y al instante se enamoraron el uno del otro, aunque cada uno de ellos desconocía la identidad del otro. (En este pasaje se encuentra la canción "Once Upon a Dream", que ha convertido a la película en un clásico de Disney). Se despidieron con la promesa de encontrarse de nuevo esa misma noche, pero al regresar a casa, sus "tías" la esperaban para revelarle su verdadera identidad y su compromiso matrimonial con un príncipe llamado Felipe. Este regresó al castillo sólo para informar a su padre de que planeaba casarse con una campesina a la que había conocido "una vez en un sueño" y marcharse otra vez.
Este párrafo es muy interesante, por un lado pienso en el destino... porque es casi inexplicable que por un vestido y una torta las hadas buenas hayan revelado sin querer su identidad (ya hablaremos de esos procesos inconscientes), siendo necesario esto para que la historia continuara su curso rumbo a una solución que sería un final feliz, claro que en el proceso uno no puede verlo, pero ese final feliz se da por la resolución que inevitablemente debemos (aunque no queramos) hacer. Pero hablar de destino me remite a una frase de Carl Jung: "Hasta que no hagas al inconsciente consciente seguirá dirigiendo tu vida y le llamarás destino". También me hace reflexionar sobre lo que uno cree que hace mal y las decisiones que toma. Era la rueca lo que iba a poner a Aurora a dormir en un sueño profundo, pero las elecciones que se fueron realizando la acercaron aún más a su "destino", creyendo lo contrario. Por eso pienso que hay cosas que uno no puede elegir, pero el camino para transitarlo puede hacerse más ameno, inclusive pienso en las herramientas que pudo haber tenido Bella para enfrentar ese momento que, tarde o temprano, iba a llegar. En cambio, eligieron ocultar lo que sucedió y sus consecuencias,quemaron las ruecas, intentaron eliminar toda evidencia , pero sin embargo no pudieron evitar el final que conocemos. Quemando las ruecas intentaron desvanecerlo, pero no pudieron, al igual que en la historia familiar, los secretos andan rondando por ahí, esperando a ser revelados. Secretos que todos conocemos y alguna vez nos lastimó tanto que nos obligó a cerrar los ojos, profundamente, para no ver (Aurora en este caso se durmió). También es interesante cómo se expulsa a la Bella durmiente de su propia casa,para protegerla, sin saber que esto es perjudicial para ella, porque viviría una vida de mentira, desconociendo su real identidad, forjando a su alrededor una ficción que se desvanecería al momento de enterarse de todo.
Releo las palabras de este párrafo y pienso nuevamente en el destino... Aurora y Felipe se conocieron, se enamoraron, sin saber que sus padres habían arreglado su boda (será tema de otro momento, por supuesto) y pienso, otra vez, en los distintos destinos, en este caso el de ambos coincidieron, pero era motivados por diversos deseos: Los padres habrán pensado en el futuro de la corona, la descendencia, motivos económicos, etc. Los hijos, los que serían casados (o cazados?), habían elegido con el corazón, con un deseo genuino y guiados por el amor. Y pienso: cuántas veces los hijos y padres queremos lo mismo pero deseamos algo distinto o deseamos lo mismo pero de formas distintas.
                                                        …Continuará….

miércoles, 6 de mayo de 2015

La Bella durmiente. Despertando a otras visiones.

La bella durmiente. A partir de una vivencia personal, como suele suceder, me puse a pensar y reflexionar sobre las viejas historias con las que crecí.

En la ceremonia de bautismo de la princesa Aurora fueron invitadas tres hadas buenas, pero no Maléfica, la bruja malvada.
Por qué es malvada? Acaso, tal como narra la versión del 2014 pudo haber sido buena e inocente pero lastimada, convirtiéndose así en un hada encerrada en su propio dolor? Como escuché alguna vez: el odio es amor fermentado, puesto patas para arriba. Para los que encontramos similitudes entre historias y la vida real, también podría citar el ejemplo de los Orcos en "El señor de los anillos", los orcos son el resultado de las torturas incesantes sobre los elfos. Así es, quién lo imaginaría, esas extrañas, horrorosas y temibles criaturas alguna vez fueron dulces elfos, pero las torturas y los dolores los llevaron a convertirse en orcos, ocultando todo rastro de vida mágica de otros tiempos. La pregunta que planteo, y la trato aún en terapia es, esos orcos, pueden volver a ser elfos? Hay un camino por desandar o sólo es seguir adelante andando nuevos caminos con un rumbo mejor?
Las tres hadas buenas, Flora, Fauna y Primavera, le concedieron dones. Flora, la belleza; Fauna, una hermosa voz. Cuando Primavera iba a dar su don, irrumpió en el castillo Maléfica, molesta por no haber sido invitada, y lanzó a la princesa Aurora una maldición, según la cual moriría al pincharse con el huso de una rueca el mismo día en que cumpliese dieciséis años antes de la puesta del sol. 
Quisiera detenerme en este párrafo ya que evidencia varias cosas para reflexionar. Por un lado, la historia habla de dones que son otorgados e, inevitablemente, veo la conexión con la vida misma que nos da virtudes, pero a su vez maléfica la da una maldición, que a lo largo del tiempo veremos que parece el final del cuento pero sólo es el principio, con esto quiero decir que la historia toma vida a partir de esa maldición, en la búsqueda incesante por revertirla  o evitarla. Si no hubiera existido la maldición esta historia nunca se hubiera contado.
A su vez me resulta interesante la edad que se elige el autor para esa maldición. 16 años. La edad donde todo florece, donde comenzamos a tomar de forma más consciente decisiones propias, donde no sabemos por qué pero es nuestra naturaleza revelarnos ante los límites impuestos por la sociedad y nuestros padres.
Afortunadamente, Primavera no había hecho todavía su regalo a Aurora, y usó sus poderes para cambiar la maldición de Maléfica: Aurora no moriría al pincharse con la rueca, sino que únicamente caería en un profundo sueño, del que sólo podría despertarla el primer beso de amor. 
Por qué Primavera no evitó esa maldición? Por qué sólo hacerla dormir en vez de darle la conciencia para que Bella la evitara? Acaso es nuestro destino atravesar esos momentos y puede haber una elección que nos haga atravesarlos de mejor o peor forma y mejor o peor destino?
Ah.... el despertar con el beso es tan típico en estas historias. Pero no se indignen. Esto es cierto en las películas y en la vida real. No nos quita poder ni nos hace ver débiles, a las mujeres y a los hombres, que precisemos de otro para despertar. Literal y simbólicamente. El beso es el símbolo por excelencia del amor y el príncipe simboliza nuestro rescate. No nos quedemos en la superficie, eso pueden hacerlo ciento de personas, vayamos a lo profundo. Se enamoraron alguna vez? Acaso el amor no nos despierta los más lindos sentimientos? El beso cumple el sencillo plan de despertar a Aurora, la Bella, no de hacerla vivir una vida hermosa y sortear los obstáculos, eso será tarea de ella, claro está. Y también es necesario aclarar que el beso del príncipe no hace referencia sólamente a un "otro" que nos despierta, es una energía, masculina o femenina, que también vive en nosotros mismos. Esa energía que nos rescata. 
Resulta necesario resaltar estos datos: " A los 16 años caería en un profundo sueño", y pensaba en la adolescencia, donde se vive una ambigüedad interesante: por un lado la salida exogámica del adolescente, que sufre, que adolece y que se fuga simbòlicamente de su hogar, atraído por cosas externas y por el otro lado, el momento de la vida donde todo se pone en duda, se rompen reglas y leyes: la edad del pavo, la inconsciencia... palabra que asocio directamente a este "estar dormido" que narra el cuento. No es la vida misma? A los 16, acaso, no caemos en un profundo sueño donde, para la sociedad, parecemos estar dormidos? Zombies con nuestros juegos, nuestros chistes y reglas internas?
En un intento de proteger a su hija, el Rey Estefano le ordenó a su pueblo, quemar todas las ruecas del reino. Para proteger a Aurora de Maléfica, las hadas buenas la llevaron a vivir con ellas en el bosque, le cambiaron el nombre por Rosa, guardaron las varitas y vivieron como auténticas mortales como medida de seguridad.
Es natural ver en todas las películas de princesas cómo los padres intentan hacer un esfuerzo para evitarles el dolor a sus hijos. Lamentablemente siempre es de la misma forma: ocultando, encerrando, evitando, callando. Todo lo contrario a lo que precisamos. Pueden ver en Frozen, por citar una película actual, como Elsa, por no saber manejar el poder que tiene (sólo tiene 10 años), es encerrada en su habitación, cierran las puertas del palacio, cortan la relación con su hermana y la consigna es "cerrar el corazón", en vez de aprender a tener el corazón abierto, dejar fluir los sentimientos y aprender a que éstos no nos lastimen ni a nosotros ni a los otros. La regla de oro es "ocultar lo que sentís", tapar, acallar, no decir, no contar. Cuántas veces vivimos esto en nuestras vidas? Y quiero agregar que las hadas tuvieron que, tal como dice esta sinopsis: "guardaron las varitas y vivieron como auténticas mortales", por qué renunciar a la magia de la vida? Por que tenerle miedo a la magia que nos puede liberar? No es que vivir como mortales sea malo, pero renunciar a lo mágico en nuestras vidas por miedo a esa magia, a la belleza... es desperdiciar algo hermoso de la vida. Cuántas veces, por miedo, guardamos nuestra varita... renunciamos a nuestra magia, incluso, como narra la historia, por el otro. No quiero pasar por alto que las hadas renuncian a su poder por Bella. Y seguramente si lo miro desde otro foco, también tiene un hermoso mensaje, pero ahora quiero mantenerme en mi eje.
También es interesante el rol de los padres en este cuento (y en los cuentos de las millones de personas que somos en este mundo) y es lo que me llevó a escribir esta reflexión: Bella pagó el precio de un error que ella no cometió. No quiero repetirme, pero creo necesario resaltar esta frase. Algunas decisiones que han tomado los padres (uno u otro) de Bella, molestó a Maléfica y ésta toma represalias de la peor forma, pero más efectiva, que hay. Lastimando a la hija. A su vez esto mismo es un símbolo de algo en lo que creo firmemente y tiene que ver con la creencia de que aquello que uno no resuelve lo resolverán los hijos, y no me refiero solamente a que si el padre contrajo una deuda la pagarán los hijos, bueno, en realidad es así, literal y simbólicamente. Recuerdo unas palabras que leí en un texto cuyo título era: "Lo que callamos hoy lo gritarán nuestros hijos mañana" y entre tantas verdades con las que me identifiqué decía: "La familia es lo permanente, estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Es una generación de vivos, que caminan como mínimo con dos generaciones de muertos a la espalda hasta la línea de meta, donde le toca subirse a la siguiente generación de vivos".  De esta forma quiero poder transmitir el eje inicial del que se desprende todo este argumento alrededor de "La Bella durmiente", que apunta a que los hijos sostenemos a nuestros padres. Haremos por ellos, pero con nosotros mismos, lo que no pudieron hacer. Pagamos sus deudas, kármicas y muchas veces bancarias, venimos a tapar sus faltas y, de alguna forma, sanamos su vida. Porque tal vez, si el amor es más fuerte (como dijo Tanguito), como suele suceder en los vínculos parentales, ellos puedan salir de su cueva en la cual quedaron atrapados por sus propios miedos, para rescatarnos y al rescatarnos se habrán liberado a ellos mismos.
Aurora creció sin saber que era una princesa y se convirtió en una hermosa mujer. Un día, sus tres "tías", Flora, Fauna y Primavera, la enviaron a recoger fresas, mientras le preparaban una fiesta de cumpleaños. Ante la insistencia de Primavera, y viendo que los regalos, un pastel y un vestido, estaban saliendo desastrosos ya que el vestido era horrible y el pastel se derretía, por lo que decidieron usar las varitas por primera vez en 16 años, algo que resultó un desastre, ya que Flora y Primavera comenzaron a discutir por el color del vestido, si debía ser rosa o azul, y mientras se peleaban cambiando el color del vestido y sus ropas, no se dieron cuenta de que los hechizos que lanzaban por las varitas se escapaban por la chimenea, por lo que fueron vistos por Diablo el cuervo de Maléfica (que fue enviado para saber donde estaba la princesa), que así descubrió la localización de la princesa informando a su malvada dueña. Mientras tanto, Aurora recogía fresas y cantaba, y fue escuchada por el príncipe Felipe, que cazaba en el bosque. Se encontraron, y al instante se enamoraron el uno del otro, aunque cada uno de ellos desconocía la identidad del otro. (En este pasaje se encuentra la canción "Once Upon a Dream", que ha convertido a la película en un clásico de Disney). Se despidieron con la promesa de encontrarse de nuevo esa misma noche, pero al regresar a casa, sus "tías" la esperaban para revelarle su verdadera identidad y su compromiso matrimonial con un príncipe llamado Felipe. Este regresó al castillo sólo para informar a su padre de que planeaba casarse con una campesina a la que había conocido "una vez en un sueño" y marcharse otra vez.
Este párrafo es muy interesante, por un lado pienso en el destino... porque es casi inexplicable que por un vestido y una torta las hadas buenas hayan revelado sin querer su identidad (ya hablaremos de esos procesos inconscientes), siendo necesario esto para que la historia continuara su curso rumbo a una solución que sería un final feliz, claro que en el proceso uno no puede verlo, pero ese final feliz se da por la resolución que inevitablemente debemos (aunque no queramos) hacer. Pero hablar de destino me remite a una frase de Carl Jung: "Hasta que no hagas al inconsciente consciente seguirá dirigiendo tu vida y le llamarás destino". También me hace reflexionar sobre lo que uno cree que hace mal y las decisiones que toma. Era la rueca lo que iba a poner a Aurora a dormir en un sueño profundo, pero las elecciones que se fueron realizando la acercaron aún más a su "destino", creyendo lo contrario. Por eso pienso que hay cosas que uno no puede elegir, pero el camino para transitarlo puede hacerse más ameno, inclusive pienso en las herramientas que pudo haber tenido Bella para enfrentar ese momento que, tarde o temprano, iba a llegar. En cambio, eligieron ocultar lo que sucedió y sus consecuencias,quemaron las ruecas, intentaron eliminar toda evidencia , pero sin embargo no pudieron evitar el final que conocemos. Quemando las ruecas intentaron desvanecerlo, pero no pudieron, al igual que en la historia familiar, los secretos andan rondando por ahí, esperando a ser revelados. Secretos que todos conocemos y alguna vez nos lastimó tanto que nos obligó a cerrar los ojos, profundamente, para no ver (Aurora en este caso se durmió). También es interesante cómo se expulsa a la Bella durmiente de su propia casa,para protegerla, sin saber que esto es perjudicial para ella, porque viviría una vida de mentira, desconociendo su real identidad, forjando a su alrededor una ficción que se desvanecería al momento de enterarse de todo.
Releo las palabras de este párrafo y pienso nuevamente en el destino... Aurora y Felipe se conocieron, se enamoraron, sin saber que sus padres habían arreglado su boda (será tema de otro momento, por supuesto) y pienso, otra vez, en los distintos destinos, en este caso el de ambos coincidieron, pero era motivados por diversos deseos: Los padres habrán pensado en el futuro de la corona, la descendencia, motivos económicos, etc. Los hijos, los que serían casados (o cazados?), habían elegido con el corazón, con un deseo genuino y guiados por el amor. Y pienso: cuántas veces los hijos y padres queremos lo mismo pero deseamos algo distinto o deseamos lo mismo pero de formas distintas.

…Continuará….